Un vehículo eléctrico híbrido (HEV) tiene dos tipos de unidades de almacenamiento de energía, eléctricidad y combustible. Electricidad significa que una batería (a veces asistida por un ultracondensador) se utiliza para almacenar energía, y que un electromotor (al que a partir de ahora llamaremos motor) se utiliza como motor de tracción.
El combustible hace que se necesite un tanque, y un motor interno de combustión (ICE, al que a partir de ahora llamaremos motor) que se usa para generar energía mecánica, o que una célula de combustible se utilice para convertir el combustible en energía eléctrica. En este último caso, la tracción se lleva a cabo mediante un electromotor. Solamente en el primero de los casos, el vehículo tendrá ambos tipos de motor (eléctrico y de combustión)